SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA INDUSTRIA DE ALIMENTOS "SINALTRAINAL"

2012. Jornada Internacional, Sinaltrainal 30 anos de lucha
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El gran robo de la leche PDF Imprimir E-Mail
viernes, 03 de febrero de 2012
El nuevo informe de GRAIN documenta la importancia de la leche para los modos de sustento y la salud de la gente en muchos países del Sur global. La mayor parte de los mercados de lácteos reciben el suministro de vendedores ambulantes que colectan leche la pequeña producción de campesinos y pastores. Son gente que sufre la amenaza de las corporaciones de lácteos como Nestlé y otros actores, como PepsiCo y Cargill, que intentan apoderarse de los sectores lecheros de estos países —de las granjas a los mercados.

La "leche popular" involucra a cientos de millones de personas por todo el mundo: desde campesinos y pastores que producen en pequeña escala hasta productores de quesos locales y vendedores de leche fresca. Son personas que reparten leche segura, nutritiva y costeable a cientos de millones de familias pobres.

•    80% de los mercados de lácteos en los países en desarrollo son abastecidos por estos sistemas de "leche popular", a los cuales se les nombra con frecuencia "el sector informal".
•    15% de la población global está involucrada en la producción de lácteos.
•    Los sistemas lecheros de pequeña escala del Sur crean 200 empleos rurales por cada millón de litros por año, a comparación de los sistemas de producción industrial de leche en el Norte que crean apenas 5 empleos rurales por cada millón de litros de leche por año.
•    En Pakistán, Kenya y Colombia, la leche popular, fresca, se vende a la mitad del precio que se paga por la leche empaquetada que se vende en los supermercados.
Los campesinos, los pastores y los vendedores hacen un trabajo impresionante al suministrar leche para los crecientes mercados de lácteos en el Sur. El problema es que los intereses corporativos están tras esos mismos mercados y están utilizando pesadas tácticas de mano dura para robárselos a la gente común, y los gobiernos están ayudando a perpetrar este robo.
•    Los tratados bilaterales de libre comercio permiten que las corporaciones de lácteos incurran periódicamente en el comercio desleal de leche en polvo subsidiada, lo que socava la actividad de los productores locales.
•    Las regulaciones y los estándares privados mantienen un sesgo en favor del sector corporativo y dejan fuera de los muchos mercados la leche popular.
Los inversionistas financieros y las grandes corporaciones lecheras están uniendo fuerzas para instalar mega granjas por todo el Sur. Un fondo de cobertura de Cargill ya compromete 300 millones de dólares en granjas lecheras industriales en China e India. La cooperativa de lácteos más grande del mundo, Fonterra, construye granjas en China, India y Brasil a una escala que jamás sería permitida en su país sede, Nueva Zelanda. Un banco en Vietnam construye una granja para dar alojamiento a 137 mil vacas lecheras. Éstos son desastres sociales y ecológicos que provocarán penurias a millones de personas.

Hay varias medidas y acciones sugeridas para frenar el secuestro corporativo de los mercados lecheros:

•    Poner en efecto elevados aranceles integrales para impedir las prácticas desleales de comercio en las que incurren los importadores de polvo de leche y productos lácteos baratos.
•    Reorientar la producción de lácteos de los países de exportación hacia los mercados locales mediante programas como la administración del abasto.
•    Lograr sistemas de sanidad alimentaria relacionados con las necesidades de la gente y no con los criterios de las corporaciones.
•    Impulsar el boicot de las grandes compañías de lácteos y de los supermercados.
•    Emprender campañas de disuasión para que los fondos que invierten en la producción de lácteos en el Sur dejen de hacerlo.
•    Iniciar una solidaridad entre productores, procesadores, obreros de la industria, vendedores y consumidores de lácteos al interior de cada país y entre países.

La leche popular se contrapone a algunas fuerzas poderosas. Pero la experiencia en Colombia y en otras partes muestra que puede prevalecer debido a que hay tanta gente que depende de ella para su sustento y para el bienestar de sus familias. Éstos son el tipo de sistemas alimentarios que el mundo necesita para lidiar con la pobreza, el hambre y la crisis climática, y todos deberíamos respaldarlos.

Lea el texto íntegro de este Documento de análisis aquí: http://www.grain.org/e/4420
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The great milk robbery
GRAIN | 07 December 2011
A new report by GRAIN documents the importance of milk to the livelihoods and health of the poor in many countries of the global South. Most dairy markets are supplied by small-scale vendors who collect milk from small farmers and pastoralists. But they are under threat from dairy corporations,like Nestlé, and other players, like PepsiCo and Cargill, that are trying to take over the dairy sectors in these countries, from the farms to the markets.

"People's milk" involves hundreds of millions of people around the world, from small-scale farmers and pastoralists to local cheesemakers and fresh milk vendors. They supply safe, nutritious and affordable milk to hundreds of millions of poor families.

    •    80% of the dairy markets in developing countries are supplied by these "people's milk" systems, often referred to as the "informal sector"
    •    15% of the global population is involved in dairy production
    •    Small-scale dairy systems in the South create 200 rural jobs per million litres of milk/year compared to 5 rural jobs per million litres of milk/year in the industrial milk production systems of the North
    •    In Pakistan, Kenya and Colombia, fresh people's milk sells for half the price of packaged milk in the supermarket.

Small-scale farmers, pastoralists and vendors are doing an amazing job of supplying the growing markets for dairy in the South. The problem is that corporate interests are after these same markets and they are using heavy tactics to steal them from the poor, while governments are lending a helping hand.

    •    Bilateral trade agreements allow transnational dairy corporations to periodically dump subsidised powdered milk and undercut local producers
    •    Regulations and private standards are biased towards the corporate sector and shut people's milk out of markets.
 
Financial investors and big dairy corporations are joining forces to set up mega dairy farms throughout the South. Cargill's hedge fund is committing $300 million to factory dairy farms in China and India. The world's biggest dairy cooperative, Fonterra, is building farms in China, India, and Brazil on a scale that it could never get away with in its home country New Zealand. A bank in Vietnam is building a 137,000 cow farm. These are social and ecological disasters that will bring hardship to millions of people.

Several actions and measures are suggested to stop the corporate hijack of dairy markets:
    •    High, comprehensive tariffs to prevent the periodic dumping of imported milk powder and cheap dairy products
    •    A reorientation of dairy production to domestic markets among exporting countries, with programmes such as supply management
    •    Food safety systems suited to the needs of people not corporate bottom-lines
    •    Boycotts of large dairy companies and supermarkets
    •    Divestment campaigns targeted at funds that invest in industrial dairy production in the South
    •    Solidarity within and across borders between dairy producers, small-scale vendors and processors, consumers and dairy industry workers

People's milk is up against some powerful forces. But experience in Colombia and elsewhere shows that it can prevail because so many people depend on it for their livelihoods and the well-being of their families. These are the kind of food systems the world needs to deal with poverty, hunger and climate change and we should all be supporting them.

The full report, The great milk robbery: How corporations are stealing livelihoods and a vital source of nutrition from the poor, is available here: http://www.grain.org/e/4259
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La grande arnaque du lait
GRAIN | 16 décembre 2011
Un nouveau rapport de GRAIN met en évidence l'importance du lait pour les moyens de subsistance et la santé des pauvres dans de nombreux pays de l’hémisphère Sud. La plupart des marchés laitiers sont alimentés par des petits vendeurs qui collectent le lait chez des petits agriculteurs et des petits éleveurs. Mais ils sont actuellement menacés par des entreprises laitières comme Nestlé, ou d'autres acteurs comme PepsiCo et Cargill, qui s’efforcent de s’emparer des secteurs laitiers de ces pays, depuis les fermes jusqu’aux marchés.

Le « lait populaire » concerne des centaines de millions de personnes à travers le monde, qu’il s’agisse de petits agriculteurs et d’éleveurs nomade ou de fromagers et vendeurs de lait frais locaux. Ils fournissent un lait sans risque, nourrissant et abordable, à des centaines de millions de familles pauvres.

    •    Quatre-vingt pour cent des marchés laitiers dans les pays en développement sont alimentés par ces systèmes de « lait populaire », souvent appelés le « secteur informel »
    •    Quinze pour cent de la population mondiale participent à la production laitière
    •    Les systèmes laitiers à petite échelle dans le Sud créent 200 emplois ruraux par million de litres de lait et par an à comparer à 5 emplois ruraux par million de litres de lait par an dans les systèmes de production laitière industrielle du Nord
    •    Au Pakistan, au Kenya et en Colombie, le lait frais populaire se vend à la moitié du prix du lait conditionné dans les supermarchés.

Des petits agriculteurs, éleveurs et vendeurs font un travail formidable pour alimenter les marchés de produits laitiers en pleine croissance dans les pays du Sud. Le problème est que de grandes entreprises s’intéressent à ces mêmes marchés et qu’elles utilisent la manière forte pour les voler aux pauvres, avec le soutien des gouvernements.

    •    Des accords commerciaux bilatéraux permettent à des sociétés multinationales laitières de pratiquer périodiquement un dumping avec du lait en poudre subventionné et de casser les prix par rapport aux producteurs locaux
    •    Des règlementations et des normes privées sont orientées en faveur des grandes entreprises et ferment les marchés au lait du peuple.
 
Des investisseurs financiers et des grandes entreprises laitières unissent leurs forces pour mettre en place des méga-fermes laitières dans tout les pays du Sud. Le fonds d’investissements spéculatifs de Cargill consacre actuellement 300 millions de dollars à des fermes laitières industrielles en Chine et en Inde. La plus grande coopérative laitière du monde, Fonterra, construit des fermes en Chine, en Inde et au Brésil à une échelle qu'elle n’aurait jamais pu se permettre dans son pays d'origine, la Nouvelle-Zélande. Au Vietnam, une banque est en train de faire construire une ferme de 137 000 vaches. Ce sont là des catastrophes écologiques et sociales, sources de difficultés pour des millions de personnes.

Plusieurs actions et mesures sont suggérées pour arrêter l’appropriation des marchés laitiers par les grandes entreprises :
    •    Des tarifs douaniers élevés, généralisés pour empêcher le dumping périodique de lait en poudre importé et de produits laitiers bon marché
    •    Une réorientation de la production laitière vers les marchés nationaux dans les pays exportateurs, avec des programmes de type gestion de l'offre
    •    Des systèmes de sécurité alimentaire adaptés aux besoins des populations, pas aux résultats financiers des entreprises
    •    Le boycott des grandes entreprises laitières et des supermarchés
    •    Des campagnes de désinvestissement ciblées sur les fonds qui investissent dans la production laitière industrielle dans les pays du Sud
    •    Une solidarité à l’intérieur et à l’extérieur des frontières entre les producteurs laitiers, les petits vendeurs et transformateurs, les consommateurs et les travailleurs de l'industrie laitière

Le lait du peuple fait face à des forces puissantes. Mais l'expérience en Colombie et ailleurs montre qu'il peut l'emporter parce qu’un très grand nombre de gens en dépendent de pour leur subsistance et le bien-être de leurs familles. C’est précisément le type de systèmes alimentaires dont le monde a besoin pour traiter la pauvreté, la faim et le changement climatique et nous devrions tous les soutenir.

Le rapport complet, La grande arnaque du lait : Comment l’agrobusiness vole aux pauvres leurs moyens de subsistance et une source d’alimentation vitale, est disponible ici : http://www.grain.org/e/4419
 
GRAIN | 7 de enero, 2012
 
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