Coca Cola
Crónica de una muerte anunciada
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- Jueves, 08 Enero 2015 15:36
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SINALTRAINAL, lamenta informarle a la comunidad nacional e internacional la muerte del aprendiz del Servicio Nacional de Aprendizaje SENA y trabajador de la multinacional Coca Cola en Colombia, Javier Enrique Niño Viña. Expresamos nuestra solidaridad con sus familiares y amigos, este lamentable hecho enluta igualmente a todos los trabajadores.
El fatal accidente que cobro la vida de este trabajador de tan solo 18 años de edad, quien se desempeñaba como aprendiz SENA, ocurrió el pasado 6 de enero del presente año, a las 11:00 a.m. en la planta de Coca-Cola, en Barranquilla.
Lo reprochable para Coca Cola, es que el comité de salud ocupacional, ya había advertido lo que podría suceder, pero a pesar de estar advertida, la empresa no obro, por cuanto a ésta poco o nada le interesa la salud y la vida de quienes producimos.
Cuando Javier Enrique, pudo ser rescatado de debajo de los bultos de azúcar, toco tenderlo sobre unas estibas, por cuanto en ese sitio no existe una camilla para trasladarlo.
La ambulancia que de acuerdo con la norma legal debe permanecer en las instalaciones de la empresa para trasladar a un centro médico a cualquier trabajador/a que pueda sufrir un accidente, no apareció, solo después de 20 minutos llegó otra al lugar a cubrir la contingencia.Un hecho como este ya había ocurrido en las instalaciones de Coca Cola Barranquilla, solo que no con los resultados que hoy lamentamos; esta grave situación, hace que la responsabilidad de la empresa sea mayor.
A la administración de Coca Cola en Barranquilla, en cabeza del Gerente de la Planta y la prepotente jefe de Recursos Humanos, solo le preocupa la productividad y la generación de riqueza, desconociendo la legislación laboral, pasando por encima de elementales normas de Higiene y seguridad industrial, no permitiendo que el Comité de Salud Ocupacional se reúna oportunamente para evaluar y corregir los posibles accidentes que se puedan presentar; este triste hecho estaba identificado y la negligencia de la administración no hizo nada por evitarlo.
Tan alto precio tenemos que pagar los trabajadores y nuestras familias por una visión miope, deshumanizante, miserable y mezquina que tiene como política Coca Cola, en cabeza de su administración.
Cuantos accidentados más, inválidos y muertos tendremos que denunciar para que la empresa desarrolle una política responsable de SALUD OCUPACIONAL, basada en verdaderos mapas de riesgos levantados desde los trabajadores, que somos los que estamos expuestos a este tipo de calamidades.
Su ambición por acumular más y más capital, los lleva al desprecio por la vida y a generar condiciones de labor poco dignas para los trabajadores, sin medir con responsabilidad la capacidad de la infraestructura que tiene hoy la planta, llegando a sobresaturar los espacios, que fue lo que sucedió y generó esta tragedia, pues por ganar espacio, los mandos ordenaron estibar, no a tres por columna, sino a cinco estibas, quedando a una altura de 5 o 6 metros, lo que indudablemente origino la tragedia.
A esto se le debe agregar la total ausencia de inducción y capacitación que todo trabajador nuevo debe tener para desempeñarse en un puesto de trabajo, pero a Coca Cola, esto no le interesa, sus preocupaciones están en producir capital a costa de lo que sea, inclusive del propio dolor humano, de la salud y la vida de sus trabajadores.
Prueba de esto es la persecución Sindical sin cuartel, que tiene como política para desaparecer el único obstáculo que hoy tiene, porque le denuncia las atrocidades que hace con los trabajadores; si hoy no hubiera organización sindical, este hecho no se conociera, porque la misma administración se hubiera encargado de manipularlo, argumentando que los responsables eran los mismos trabajadores, como ha sucedido en muchos otros casos, a pesar de la vigilancia y exigencias que como organización hacemos.
En medio del dolor que nos embarga, por la pérdida de la vida de un compañero, hacemos un llamado vehemente a los trabajadores para que denunciemos y entendamos que los trabajadores debemos valorar lo que hoy tenemos, nuestra organización sindical.
Los verdugos de los trabajadores representados en la administración, han cerrado filas y tomado medidas para que la EMPRESA no vaya a salir perjudicada, lo que menos le interesa es el dolor que está viviendo la familia de Javier, su interés fundamental es cuidar su imagen y proteger su capital.
Desde ya nos comprometemos a contribuir para que la familia de Javier obtenga justicia en este lamentable hecho que hoy enluta a todos los trabajadores del mundo.
Una vez más, condenamos públicamente la política de la multinacional COCA-COLA, por atentar contra la dignidad humana. Y le exigimos una actitud de respeto a los derechos humanos de quienes trabajamos en esta empresa y por el medio ambiente ya que afecta a la comunidad en general.
SINALTRAINAL PRESENTE EN LA LUCHA Y EN LA DENUNCIA A LAS VIOLACIONES DE LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES.
CONTRA LA IMPUNIDAD... SINALTRAINAL EXIGE JUSTICIA.
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