CONDENADA COCA COLA POR TRIBUNAL SUPERIOR EN COLOMBIA

Corte colombiana avaló decisión del Tribunal Superior de Popayán, que obliga a la embotelladora Panamco Colombia S.A. a mejorar la revisión de las botellas de uno y dos litros, por contener cuerpos extraños en su interior.
El 19 de julio del 2001, Pedro Julián Infante y Mario Sagid Mosquera, dos niños de Popayán, compraron una Coca Cola de un litro en Popayán y cuando se disponían a destaparla vieron "un cuerpo extraño" dentro de la botella. Prefirieron entonces dejarla con la tapa intacta.
El papá de Mario Mosquera, interpuso ante la justicia colombiana una acción popular para defender sus derechos a la seguridad y a la salubridad públicas, a la previsión de desastres previsibles técnicamente, al goce de un medio ambiente sano y los derechos de los consumidores y usuarios a una garantía mínima.
El Tribunal Superior de Popayán, en fallo a la acción popular ordenó a la embotelladora "instalar una máquina de inspección electrónica en la embotelladora litro de la planta embotellado de Panamco Cali" y al pago de 25 salarios mínimos mensuales vigentes (casi 8 millones de pesos colombianos -2.857 dólares-) para cada uno de los dos demandantes.
Los abogados de Panamco -la embotelladora de Coca Cola- consideraron que la decisión del Tribunal de Popayán vulneró sus derechos. En esencia argumentaron a través de una tutela, que el caso no era susceptible de una acción popular sino de la aplicación del Código del Consumidor (cambiarla por otra). Según ellos, el tribunal acudió a una vía de hecho porque una sola prueba, como fue el análisis que de la botella hizo el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos -Invima-, resultaba insuficiente "para determinar el alcance de la sentencia".
La tutela fue escogida para revisión por la Corte Constitucional y los magistrados, con ponencia de Alfredo Beltrán Sierra, quienes rechazaron los argumentos de los abogados de Panamco. El fallo advierte que en ningún momento el Tribunal de Popayán vulneró los derechos fundamentales que alega la embotelladora y que la decisión puede que no guste pero que fue tomada en derecho.
Por tanto, la Corte dice que se debe cumplir la orden del Tribunal de instalar la máquina de inspección para controlar las botellas de uno y dos litros.
Este problema, que afecta la calidad del producto lo hemos denunciado anteriormente y le hemos exigido a la empresa que mantenga los controles y aplique los correctivos necesarios para evitar que estos hechos se sigan presentando; pero la empresa no ha tomado medidas, pues solo piensa en reducir costos a costa de causarle graves riesgos a los consumidores.
Este grave problema es causado entre otros por la eliminación de puestos de trabajo, de quienes seleccionan el envase y lo preinspeccionan al inicio de la línea de producción. Igualmente, por el numero insuficiente de operarios para esta labor, el incremento de producción de botellas por minuto, el tiempo de rotación de los trabajadores en los puestos de inspección, las altas temperaturas y el ruido bajo el que deben trabajar; la alta velocidad, el paso agrupado y con rotación como se transportan las botellas en las líneas de producción, la baja intensidad de luz para que los operarios hagan la observación, los olores que en muchas ocasiones se deben soportar, el aumento de la superficie por el cambio de tamaño del envase; también, la oscuridad del producto impide detectar cuerpos extraños.
A todo esto se agrega la presión y el hostigamiento de diariamente deben soportar los trabajadores por parte de la administración y la vigilancia de sus puestos de trabajo, a través de cámaras de video, las que causan desconcentración, intranquilidad, angustia y enfermedades sicológicas. La administración esta adiestrada para que las líneas de producción estén en movimiento; no aceptan que se detengan para destinar el tiempo necesario y evitar problemas que terminan afectando a quienes consumen este producto.
Lo cierto del caso, es que la presencia de cuerpos extraños en el producto Coca Cola se presenta a diario y la empresa históricamente ha buscado descargar la responsabilidad en los trabajadores, sin tomar los correctivos necesarios para solucionar definitivamente este problema y otros relacionados con la calidad de los productos de Coca Cola, que no serán resueltos con máquinas electrónicas y que por el contrario nos preocupa, pues tiende a empeorar la situación.

Otras condenas por CONTAMINACION
En otras ocasiones, la transnacional Coca Cola fue igualmente condenada por atentar contra la salubridad pública, la seguridad y la vida de los consumidores.
"En julio de 1999, por orden del gobierno de Polonia, Coca Cola debió cerrar una planta donde fueron encontradas bacterias en botellas plásticas. Las botellas, de marca Bonaqua, debieron ser retiradas del mercado por Coca Cola Beverages debido al moho y la contaminación bacteriana. Una semana después las autoridades polacas declararon que Coca-Cola podía reasumir la producción de agua mineral.
En 1999, 100 consumidores fueron intoxicados en Bélgica y 90 en Francia por ingerir Coca Cola contaminada con Dióxido de Carbono y Raticidas. Las víctimas sufrieron los mismos síntomas: fuertes migrañas, náuseas, dolor de estómago, taquicardias y fatiga extrema. En el caso belga, una fábrica de Amberes de Coca Cola Enterprise (CCE), utilizó dióxido de carbono (CO2) en mal estado, convirtiendo en nocivas para la salud muchas botellas y latas de Coca Cola, Fanta, Sprite, Coca Cola Light y Cherry Coke. En la planta de Dunkerque, Francia, la bebida fue peligrosamente contaminada al ser impregnado el fondo de las latas con raticidas demasiado potentes para matar ratas; el veneno penetro las latas debido a su textura ligeramente porosa. Sin embargo, Coca cola declaró que el producto estaba intacto y sano y no representaba peligro para la salud de los consumidores aún después de haberse producido las intoxicaciones.
Como respuesta, el gobierno francés mandó retirar del mercado 50 millones de latas y abrió una instrucción judicial contra la empresa por "engaño sobre la calidad sustancial de la mercancía, administración de sustancias perjudiciales para la salud y falta deliberada a la obligación de prudencia o de seguridad". Las autoridades belgas prohibieron temporalmente la producción y venta de la bebida, el gobierno español retuvo casi medio millón de latas procedentes de Francia y el alemán cerca de dos millones y medio de unidades. Ante la catástrofe, todos los gobiernos europeos recomendaron tener cautela a la hora de consumir productos de Coca Cola.
Con esta debacle consumista el imperio de las bebidas perdió el 1% de su producción de ese año, ya que Europa representaba el 21% de sus ventas mundiales. Sus perdidas por la prohibición de la venta de sus productos en Bélgica y Francia rondaron los 1.350 millones de dólares, mientras que sus gastos en el retiro de los productos le costaron más de 100 millones de dólares. Coca Cola ha recuperado sus pérdidas en ventas mediante una costosa ofensiva comercial; sólo en Bélgica, se gastó en dos meses el presupuesto de comercialización de un año, para restaurar la confianza de los consumidores.
Los sindicatos europeos creen que la contaminación del producto se debió a problemas de control de calidad, la cual bajó enormemente debido a la sistemática reducción de costos que Coca Cola promovió tanto en la producción como en el envasado, a la ausencia de inversión y la falta de personal, pues fue reducido al mínimo. Todos los recortes arriba mencionados fueron motivados por la sed de lucro de los dueños de la compañía. Este escándalo y la consiguiente pérdida de confianza de los consumidores europeos se constituyeron en un desastre para su imagen, agravada por su arrogante actitud, del cual aún no ha podido resarcirse del todo."
En Colombia, SINALTRAINAL insistentemente exigió a la empresa el mejoramiento de los controles de calidad de sus productos para así garantizar la seguridad de los consumidores, pero como siempre sucede, primo más el lucro de la transnacional que la salud pública.
Es de anotar que esta situación no se presenta solo en la planta de Cali, sino en la mayoría de las embotelladoras del país.
Deseamos por el bien de los consumidores que Coca Cola cumpla con la orden del Tribunal Superior, pero que esto no vaya a ser una coartada para golpear a los trabajadores con despidos injustificados.
Hace algunos días a través de anuncios demagógicos, Coca Cola divulgó en Colombia una rebaja en el precio de sus productos, debido según la empresa al bajo poder adquisitivo de los consumidores y al descenso en la venta del producto; pareciera que con ese argumento quisieran ocultar los buenos resultados de la campaña mundial contra la transnacional, que cada vez toma más fuerza en todos los rincones del planeta. Esta iniciativa contra Coca Cola por su violación a los derechos humanos y por su contribución en la guerra contra nuestros pueblos, se consolida como un instrumento global de resistencia y lucha popular.

Colombia, octubre 16 de 2003